martes, 8 de diciembre de 2015

claromecó, murió la perrita mordida por una víbora

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Una yarará mordió y mató a una perra
La mordedura de una víbora yarará a una perra caniche, que posteriormente murió a causa de ese ataque, generó preocupación y tristeza en la familia dueña de la mascota. El desafortunado hecho se registró ayer por la mañana en una vivienda del barrio Las Cortaderas de Claromecó, donde reside la familia Rodríguez. 
Todo comenzó cerca de las 9 de la mañana en la vereda de la casa situada en calle 18 entre 21 y 23, donde la perra fue atacada por la serpiente, la cual, según estimaciones, medía un metro de largo.
Se trató de una mordedura profunda, cuya zona de impacto se dio entre uno de sus ojos y el hocico de la perra, según lo manifestado por la veterinaria que atendió a la mascota.
Luego del ataque, Peperina -así se llamaba la perra- comenzó a quejarse por la mordedura. Jorge Rodríguez, dueño del animal, percibió esa situación y se dirigió hacia su vereda, lugar donde vio a la serpiente, a la cual, posteriormente, mató con una pala. 
La falta del necesario insumo en el Hospitalito de Claromecó, y en otros sectores de la localidad para tratar de contrarrestar las consecuencias de una mordedura de ese tipo, generó que la familia Rodríguez se haya tenido que trasladar hasta la ciudad cabecera. 
Luego de una intensa movida del secretario de Gestión Ambiental, Ricardo DAnnunzio, y de la directora del Centro Municipal de Salud, Mónica Capellari, se consiguió el necesario suero antiofídico, el cual fue aplicado por una veterinaria en su lugar de trabajo. Al considerar que la evolución de la caniche era favorable, la familia decidió volver a Claromecó junto con su mascota. Sin embargo, con el paso de las horas, la perra empeoró en su estado y murió por la tarde. La pérdida generó una profunda tristeza en la familia.
Pero esa tristeza se mezcló con preocupación, al considerar que la aparición de este tipo de serpientes puede reiterarse. "Nunca me imaginé que iba a ver esto", señaló Rodríguez en diálogo con este diario. 
Reconoció su disconformidad porque en la localidad se carecía del insumo necesario para contrarrestar la mordedura de una serpiente de este tipo. "Si le pica a una persona, acá -por Claromecó- no se cuenta con ese antídoto", remarcó.
"Nos salvó la vida"
"Con mi señora hablamos que la perra, pobrecita, nos salvó la vida a nosotros. Yo tengo un nieto y lo pudo haber atacado a él tranquilamente", puntualizó Rodríguez, quien agregó que "en mi casa está el pasto cortado de una manera impecable, pero del otro lado del alambrado es impresionante el pastizal que hay".
Agregó que "hay terrenos linderos que son de gente de acá o de Buenos Aires y no los mantienen. Yo trato de cuidar los terrenos de los vecinos, pero va a llegar un momento que no los voy a poder seguir haciendo". 
En sus apreciaciones, mencionó que "es una preocupación muy grande la que tenemos y algo hay que hacer. En principio, habría que limpiar los terrenos". 
Por último, la familia Rodríguez destacó la predisposición que mostró Ricardo DAnnunzio y la satisfactoria atención que tuvieron por parte de profesionales y autoridades del Centro Municipal de Salud.
"Es normal que aparezcan estas víboras en la zona costera"
Consultado sobre el caso dado en Claromecó, el secretario de Gestión Ambiental, Ricardo DAnnunzio, indicó que "es normal que aparezcan estas víboras en la zona costera. No es algo fuera de lo común". 
El secretario de Gestión Ambiental sostuvo que en la zona de Las Cortaderas, al igual que en cercanías a los médanos, pueden aparecer ejemplares de yarará, sobre todo en época de verano. 
Ante esta situación, En sus apreciaciones, DAnnunzio hizo referencia a las medidas preventivas que la población debe tomar para tratar de evitar la presencia de este tipo de serpientes. "Hay que tener el pasto corto; no acumular ramas ni basura cerca de las casas y la gente que va a pescar a los arroyos, que transite por los senderos que estén demarcados y que usen botas de goma", amplió DAnnunzio.
Posteriormente, indicó que "la yarará no ataca a la persona. Pasa que una persona o un animal, tal como fue el caso de este perro, invade el hábitat de la serpiente y ella busca defenderse ante la proximidad de un ajeno".

de: lavozdelpueblo.com.ar - 08/12/2015

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