Por Soledad Santander / @SoleSantander

¿Qué hay detrás del maltrato animal y de la persona violenta? ¿Qué castiga la ley y qué penas impone? ¿Cuál es el rol de los estados municipales y de las organizaciones proteccionistas?

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“Un país, una civilización se puede juzgar en la forma en que trata a sus animales”, dijo Mahatma Gandhi. El pensador del siglo pasado se hubiese horrorizado al ver los casos que conmocionaron a las Sierras Chicas en el mes de octubre. En Villa Allende, un hombre arrastró a un dogo encadenado a su moto, le generó lastimaduras en sus cuatro patas y aún hoy se está recuperando. En Unquillo, dos hombres en aparente estado de ebriedad sometieron a un perro a una golpiza y lo arrastraron atado a un paragolpes hasta matarlo.

Existen diversas formas de maltrato hacia los animales, no sólo estos casos de violencia extrema. No alimentarlos, la falta de afecto, el abandono, o tenerlos atados, son casi tan graves como provocarles la muerte. Generalmente, los perros “callejeros” son los que más sufren estos tipos de conductas agresivas.
Ana María Barranco Falcone, encargada del refugio Los Caleritos de La Calera, aseguró que “hay gente que quiere matar a los perros que están en el basural” y que “los mismos empleados municipales tiran cachorritos donde está la compactadora”. Además, la proteccionista contó que en el refugio hay cinco casos de perros –machos y hembras– violados por humanos.

Ana María Barranco Falcone

Más gente voy conociendo, más quiero a mi perro

Diversos artículos académicos hacen referencia a la relación entre el maltrato a los animales y las conductas de violencia doméstica o de género. Un estudio realizado en conjunto por profesionales sanitarios y cuerpos policiales en España, detectó una coexistencia de la violencia interpersonal y maltrato a animales en un 93,33 por ciento de los casos.

“La persona que maltrata un perro es alguien frustrado y enojado con la vida, que no tiene escrúpulos y que se la agarra con los más débiles, con los animalitos que no tienen voz”, analizó Barranco Falcone. Una de las fundadoras de la proteccionista Callejeritos de Mendiolaza, quien solicitó reservar su identidad para que no lleven perros a su domicilio, afirmó: “El que lastima un animal es un enfermo porque puede llegar a hacerle lo mismo a cualquiera. Tendrían que ser tratados psicológicamente y no vueltos a la sociedad, no como sucedió con el vecino que violó a un dogo de Burdeos y todavía sigue viviendo acá, sin control y buscando perros de nuevo”.

Para Susana Villagra, una de las encargadas del refugio Revivir de Villa Allende, la violencia sobre los animales es una cuestión de educación. “Debería ser obligatorio para los jardines de infantes y la escuela primaria, tener una materia relacionada a animales y a la tenencia responsable. Si no les enseñamos desde chiquitos, todo va a seguir igual”. En el mismo sentido se expresó Eduardo Roteda, colaborador del Programa Tenencia Responsable en Unquillo: “Hay morbo pero, sobre todo, mucha ignorancia y eso se puede revertir enseñando en las escuelas. Los niños aún son puros, inocentes y espontáneos, todo cambia con educación”. Marcos Mingorance, secretario de Gobierno de Unquillo, destacó que el maltrato no aparece solo sino que “las personas no son responsables del cuidado y la adopción, y de esa forma dañan la vida de la mascota”.
“Debería ser obligatorio para los jardines de infantes y la escuela primaria, tener una materia relacionada a animales y a la tenencia responsable” (Susana Villagra, Refugio Revivir).

La ley del más fuerte

La ley de la selva es la que parece imponerse en los casos de violencia hacia los animales porque, si bien existe legislación que castiga este tipo de violencia, no está actualizada y las penas son poco severas. La Declaración Universal de los Derechos de los Animales, promulgada en el ’78 por la UNESCO, sostiene que el respeto hacia los animales “está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos” y que “la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los animales”.

La Ley Nacional 14.346 de Protección Animal, más conocida como “Ley Sarmiento”, fue sancionada en el año 1954 y pena diversos tipos de maltrato: desde no alimentar en cantidad y calidad, hasta lastimar, torturarlos o matarlos intencionalmente. Aquel que ocasione malos tratos o actos de crueldad a los animales puede ser castigado con prisión de 15 días a un año. Precisamente, este es uno de los puntos más resistidos por los proteccionistas que piden sanciones más duras y ejemplificadoras.
“Si a los que maltratan animales los metieran presos un bien tiempo, seguro disminuyen los casos”, consideró Villagra. Para la colaboradora de Callejeritos, las penas son muy suaves. “Todo tipo de maltrato debe ser sancionado de manera más dura. El maltrato sexual, por ejemplo, no está contemplado en la ley”, subrayó la vecina de Mendiolaza. Roteda, quien también forma parte de Callejeritos en esta localidad, analizó: “Si los castigos no son dolorosos, no sirve de mucho. Se supone que somos los ‘racionales’ y no penamos duramente a aquellos que maltratan a los que no se pueden defender”. La encargada del refugio Los Caleritos aseguró que “si al juez de turno le importan los animales, va a aplicar una sanción fuerte a la persona que maltrata”.

Susana Villagra recibiendo donaciones
Susana Villagra recibiendo donaciones.

Proteccionistas: abanderados del amor

Ante leyes desactualizadas, un Estado cómplice y una sociedad indiferente o con miedo a denunciar, las entidades proteccionistas se convirtieron en los abanderados de los animales maltratados. Desde el Refugio Revivir, buscan hacer cumplir la ley e insistir con las denuncias. “Le pedimos a la gente que vaya a la policía, que presente fotos, pruebas y no se muevan hasta que alguien actúe. Si nos pusiéramos firmes, todo sería distinto”, afirmó Villagra. Barranco Falcone sostuvo que el rol de los proteccionistas ante casos de violencia, debe ser educar a las personas para que “comprendan que los animales son seres vivos que sienten y piensan”. ¿Los municipios de Sierras Chicas qué deberían hacer? “Controles de perros en cada zona para ver si existen maltratos”, dijo la colaboradora del Refugio Revivir. “Apoyar a las organizaciones para incentivar las denuncias porque es la forma de que se le brinde más importancia a lo que está pasando”, concluyó la vecina de Mendiolaza.

Desde Callejeritos de dicha localidad, informaron que se presentó una nota a la Municipalidad solicitando autorización para brindar educación en los colegios primarios “sobre cuestiones básicas como darle agua al perro, bañarlo o ponerlo a la sombra cuando hace calor”. En Unquillo, Mingorance destacó el trabajo desde el Programa Tenencia Responsable: “Censamos mascotas, educamos, entregamos folletería informativa, reunimos y capacitamos a veterinarios y organizaciones proteccionistas”. Todos nos espantamos al ver casos de maltrato en los medios de comunicación, en las redes sociales o en nuestro propio barrio, pero el cambio está en nosotros. Conocer la ley, hacerla cumplir y educar sobre los cuidados y el respeto que merecen los animales, son los cimientos para reducir la violencia.

Las mujeres del Refugio Revivir

Cómo colaborar

  • Refugio Los Caleritos (La Calera)
Facebook: https://www.facebook.com/refugioloscaleritos?fref=ts
Teléfono: 0351-152003441.
Qué necesitan: Alimento balanceado.
  • Refugio Revivir (Villa Allende)
Facebook: https://www.facebook.com/pages/Refugio-Revivir/153719607986284?fref=ts
Teléfonos: 03543-15601524 / 0351-156815901 / 0351-156128160.
Qué necesitan: Alimento balanceado, materiales de construcción, colchones, desparasitarios.
  • Callejeritos de Mendiolaza
Facebook: https://www.facebook.com/profile.php?id=100005729896481&fref=ts
Qué necesitan: Saldar la deuda en la veterinaria que se encuentra frente a la Municipalidad de Unquillo.


de:  launionregional.com.ar/wordpress - enero 2015
enviado por 
prof. norbert ovando, de asoc. parques nacionales - parquesnacionalesorg@yahoo.com.ar