Haciéndonos eco de un clamoroso llamado al alerta, al dolor e indignación sufrida por la gente de ADMA, Asociación Amigos del Mejor Amigo, de Alta Gracia, publicamos e invitamos a difundir una nota que envía Emilse, una miembro de esa institución, para que los proteccionistas estemos todos atentos y defendamos lo que hacemos.
mary pita - protectora de animales de bell ville, córdoba
Hoy se cumple un mes en que la apacible y productiva rutina de la Casita donde se llevaba a cabo el Programa Municipal de Salud Animal de la ciudad de Alta Gracia se vio alterada por un hecho que no soñábamos ni remotamente presenciar: un allanamiento de la Policía Federal Argentina.
La División Narcotráfico entró en ella como hemos visto muchas veces en las películas.
A pesar de eso, debo decir que nos trataron muy bien porque les bastó una sola mirada para darse cuenta que somos gente honesta y no proveedores de Ketamina a jóvenes adictos, gente que trabaja sin sueldo (como lo hacen nuestros voluntarios) y por amor a los animales.
La pesadilla no terminó cuatro horas después, la pesadilla recién comenzaba y lleva un mes.
El Programa Municipal de Salud Animal estaba cumpliendo de manera excelente sus objetivos y había que desarticularlo. No importó ensuciar el nombre de un puñado de personas ni el de un municipio.
Lo verdaderamente ruin de este hecho, es que a los ideólogos y a los impulsores del mismo no les importa cuantos animales están reproduciéndose, no les importa cuantos sufren, cuantos son abandonados, cuantas perras van a parir a futuros perros abandonados, eso no les importa.
Para algunos veterinarios locales los animales de compañía son números en una planilla, o como alguien tan bien graficó: billetes con patas.
Para nosotros son vidas, sabemos sus nombres, de donde salieron, como se llaman.....sabemos que un número en una planilla está muy lejos de unos ojos asustados y de un corazoncito latiendo a mil.
El Programa nació de un proyecto de amor, amor puro, los que tuvimos la suerte de darlo a luz lo parimos para defenderlo, los que día a día ponemos nuestro corazón en lo que hacemos podemos decir que el Programa ha funcionado porque los proteccionistas dimos todo de nosotros, porque los buenos funcionarios cumplieron correctamente su trabajo y porque la gente lo apoyó, siempre.
Quiero agradecer a todos aquellos que nos han brindado su respaldo de manera incondicional: a la gente que espontáneamente se presentó en la Casita para ofrecerse a ser testigos del trabajo allí realizado (mas de 600 personas), a quienes llamaron para dar ánimo, a los medios de comunicación que cubrieron todo este desagradable acontecimiento y a los proteccionistas de todo el país por los miles de mails de apoyo recibidos.
De ninguna manera, los intereses de un sector privado pueden ni deben estar por encima de los derechos de una comunidad, menos aún, si hay seres absolutamente indefensos involucrados y si está en juego la salud pública de una ciudad.
La Casita volverá nuevamente a ser lo que era. Las castraciones quirúrgicas para evitar la reproducción de perros y gatos estarán otra vez a disposición de todos los vecinos y no de unos pocos, porque evitar que se reproduzcan es una necesidad y una responsabilidad que tenemos como sociedad, no un lujo.
Pronto, los que neciamente idearon dar el golpe final a este Programa, se darán cuenta que no estaban yendo contra un puñado de locos ni contra animales indefensos, sino contra una ciudad que no va a permitir que un Colegio profesional y un grupo de codiciosos egoístas le arrebaten lo que le pertenece. Nuevamente gracias.
Emilse
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