El rol de las áreas protegidas
Las dunas constituyen el hábitat de especies endémicas, unidades biológicas únicas y exclusivas de estos ambientes
Por Cintia Celsi y Juan Ignacio Santillán (*) - Para Ecos Diarios
La costa atlántica de Buenos Aires está conformada por diversos tipos de ecosistemas que se suceden a lo largo de casi 1.000 km desde Punta Rasa hasta el Río Negro. A lo largo de este gradiente latitudinal, las costas de dunas y playas se destacan por su representatividad y extensión.
Los sistemas de dunas costeras albergan una valiosa riqueza biológica -muchas veces inadvertida-, y son, a su vez, fuente de servicios indispensables para la vida del ser humano en la costa.
Las dunas -esas particulares formaciones naturales producto de la acción del viento sobre las arenas marinas, que nos acompañan en gran parte de las playas bonaerenses- constituyen el hábitat de especies endémicas, o sea, unidades biológicas únicas y exclusivas de estos ambientes.
Tal es el caso de la lagartija de las dunas (Liolaemus multimaculatus) y el tuco-tuco (Ctenomys australis) entre la fauna, y algunos arbustos y gramíneas típicos de los suelos arenosos, que habitan exclusivamente en los campos de dunas costeras regionales.
El rol de las dunas como refugios de los pastizales nativos, -ambientes de los cuales poco se habla y que sin embargo sustentan una gran diversidad de flora y fauna autóctonas- cobra aún más importancia cuando entendemos que los pastizales pampeanos prácticamente han desaparecido de la provincia de Buenos Aires.
Además, los procesos y ciclos naturales que se desarrollan en el cambiante ambiente de dunas, pueden traducirse en servicios ecosistémicos que benefician a las comunidades humanas que habitan las localidades costeras.
Función de las dunas
En este sentido, las dunas se destacan por su función filtradora, que permite la existencia de acuíferos -cuerpos subterráneos donde se almacena agua aprovechable- de los cuales se abastecen muchas ciudades balnearias. Asimismo, las dunas constituyen la protección natural de la costa ya que amortiguan los procesos erosivos del mar y reabastecen de arena a las playas luego de las tormentas.
Sin embargo, a expensas del avance de obras y actividades humanas, los ecosistemas de dunas vienen experimentando un creciente grado de reducción y fragmentación de su superficie, pérdida de biodiversidad y deterioro de sus funciones naturales.
Riesgos
Al fuerte proceso de urbanización, se suman la práctica forestal, la contaminación, el uso desmesurado de vehículos sobre playas y dunas, entre otros factores de impacto ambiental.
Dado que el deterioro de los ecosistemas naturales conlleva irremediablemente a la pérdida de sus funciones ambientales, la protección de áreas específicas se plantea como la estrategia de conservación más viable a corto plazo, mediante la creación de reservas marinas y costeras.
Aunque la costa bonaerense cuenta ya con algunas áreas protegidas de gran valor ecológico y cultural, la superficie destinada a la protección de los ambientes naturales sigue siendo escasa.
Especialmente en la barrera medanosa austral, donde apenas el 1% de la superficie original del campo de dunas se encuentra protegida al día de hoy, resulta prioritario incrementar el número y área de las reservas naturales.
Las áreas naturales protegidas reúnen un gran potencial como destinos turísticos de excelencia.
Turismo
El incremento de la actividad turística en los últimos años y la motivación que despierta en los turistas visitar áreas naturales, representan una oportunidad única para el desarrollo de las regiones costeras bajo una adecuada planificación que contemple el uso sostenible, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de estos lugares.
Las reservas naturales costero-marinas ofrecen alternativas para el desarrollo de estrategias eco-turísticas, bajo pautas adecuadas de manejo, apuntando a un turismo alternativo que busque el disfrute de la naturaleza, contribuyendo a la conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural y cultural, y al mismo tiempo mejorando la calidad de vida de las comunidades receptoras y visitantes.
En la actualidad, las áreas protegidas de la costa bonaerense (dentro de la órbita municipal y provincial) son las siguientes: Reserva Natural Municipal Punta Rasa (Partido de la Costa); Reserva Natural Municipal Faro Querandí (Villa Gesell); Reserva Natural Provincial Mar Chiquita (Mar Chiquita); Reservan Natural Municipal del Puerto (General Pueyrredón); Reserva Natural Provincial Arroyo Zabala (Necochea y San Cayetano); Reserva Natural Provincial Arroyo los Gauchos (Coronel Dorrego); Reserva Natural Provincial Pehuen-co – Monte Hermoso (Monte Hermoso y Coronel Rosales); Reserva Natural Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde (Bahía Blanca) y Reserva Natural Bahía San Blas (Carmen de Patagones). ///
(*) Integrantes del Proyecto Costas Bonaerenses Fundación Azara
de: ecosdiariosweb.com.ar - 29/06/2014
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