martes, 2 de diciembre de 2014

el impacto de los pesticidas en los anfibios

El silencio de las ranas: los pesticidas y el ocaso de los anfibios (parte I)
Por Carlos de Prada


Cualquier persona de cierta edad aficionada a pasear por los campos lo habrá notado. El croar de las ranas, antaño omnipresente, se ha tornado una rareza en muchas zonas. Es algo que sucede a lo largo y ancho del planeta.


De hecho, los anfibios son el grupo de animales vertebrados que tiene el triste honor de tener más especies amenazadas de extinción. Más de una tercera parte de las especies de anfibios, nada menos, están en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Un 41% por ciento. Además un porcentaje aún mayor tiene sus poblaciones en declive .

La desaparición de muchas poblaciones e incluso especies enteras de anfibios se ha convertido en un ejemplo insuperable de la actual crisis de la diversidad biológica a nivel planetario. Nada, probablemente, encarna mejor el drama de la desaparición de especies en el mundo.

Las causas de esta especie de "Apocalipsis" anfibio son diversas y frecuentemente se potencian unas a otras: alteración de sus hábitats, enfermedades, aumento de la radiación ultravioleta, cambio climático, competencia con especies introducidas... Pero entre todas hay una que está mereciendo una crecente atención por parte de los científicos por el gran peso que puede estar teniendo en lo que sucede: la contaminación química de las aguas y tierras por sustancias como los pesticidas .

Los anfibios, con su piel permeable, su vida acuático-terrestre, y su delicado sistema inmune, son especialmente sensibles a los contaminantes químicos. Por eso son bio-indicadores de excepción que alertan de cosas que también pueden afectarnos a las personas. Son una especie de sistema de alerta temprana, como los canarios que antaño se ubicaban en la minas para alertar sobre posibles fugas de gas. De ahí que, por estas y otras razones, los datos que se están acumulando deban hacer que la Humanidad despierte ante el atronador silencio de las ranas que se está enseñoreando de cada vez más rincones de nuestro planeta.

Aunque cada vez son más y más los estudios que muestran lo que está pasando con los pesticidas y las ranas, una buena parte de la población apenas sabe nada de ello. Existe una conciencia mayor, aunque también insuficiente, a la vista de las escasas medidas emprendidas, sobre lo que está sucediendo con otros animales como las abejas y otros insectos polinizadores.

Así pues, conviene hacer un repaso, aunque sea somero, sobre los impactos de los pesticidas sobre las poblaciones de anfibios que los científicos están describiendo detalladamente a lo largo y ancho del planeta. Algunos son aterradores y van desde las grandes mortandades en poco tiempo, a veces en horas, tras el uso de algunos pesticidas hasta el retraso en la metamorfosis o la castración química de grandes porcentajes de los machos, su feminización e incluso hermafroditismo, y los daños en el sistema inmunológico que pueden hacer que diversas enfermedades barran sus poblaciones.

En muchas ocasiones puede haber naturalistas que vean renacuajos muertos en un charco que se secó antes de que completasen su desarrollo, sin reparar en cual fue la razón última de ése retraso, que bien pudo ser la actuación de un pesticida. O puede haber biólogos que culpen solo a algunas enfermedades sin plantearse que muchas veces es probable que fuesen algunos pesticidas los que minaron las defensas de estos animales haciendo que la enfermedad se cebara con ellos.

Algunos de los datos que nos muestran los estudios científicos publicados nos dejan verdaderamente estupefactos, al evidenciar lo grave de los daños, lo extensos que pueden ser y lo lejos que pueden llegar. Como los que muestran cómo los pesticidas pueden viajar a centenares de kilómetros de distancia, llevados por el viento muy lejos de las zonas en que se usaron, y depositarse en remotos arroyos y lagos de montaña, afectando también allí, en ésas zonas aparentemente pristinas, a sus anfibios.

Mortalidades masivas

Pero comencemos el breve repaso de tan solo una parte de lo que la Ciencia nos dice. Empezando por las mortalidades masivas. Lo más evidente. En ése sentido es interesante la importante investigación que realizaron científicos alemanes y suizos y que demostraba que fungicidas, herbicidas e insecticidas podían estar teniendo un impacto mayor del que se había sospechado hasta ése momento en la desaparición de los anfibios. El título del trabajo ya era bastante elocuente: "la exposición en tierra de los anfibios a los pesticidas: ¿una causa infravalorada de su declive global?" Los científicos, pertenecientes a entidades como la Universidad de Koblenza-Landau o la Agencia Ambiental Federal alemana, entre otras, evaluaron los efectos de siete pesticidas muy comunmente empleados en Europa y en las cantidades en las que son normalmente usados en los campos, y vieron que causaban mortalidades terribles en los anfibios. Los científicos se echaron las manos a la cabeza al ver los resultados.

Ésas mortalidades iban desde el 100% al 40% a los siete días, en los juveniles de las ranas comunes (Rana temporaria). Y en algún caso la mortandad del 100% se alcanzó en una hora. Unos resultados tremendos. Así, un producto cuyo principio activo era la piraclostrobina, un fungicida muy empleado podía llevarse por delante al 100% de las ranas en una hora, usando la dosis recomendada en la etiqueta. Éso sucedía usando el Headline, que contenía como aditivo unas altas concentraciones de nafta, usado como disolvente en la mezcla. Otro producto, también con piraclostrobina pero con menos nafta, causaba una mortalidad del 20%. Otro producto, el Captan Omya, cuyo principio activo era el captan, causaba una mortalidad también del 100% en una semana. El resto de los pesticidas causaban mortalidades de entre el 40 y el 60%. Tres de ellos -captan, dicomil (basado en el fenoxaprop-P-ethyl) y dimetoato- causaban una mortalidad del 40% en una semana usando el 10% de la dosis recomendada en la etiqueta. ¡Al 10% de la dosis recomendada como "adecuada"!

Consideraban preocupante que buena parte de las especies de anfibios europeas estén ligadas a entornos agrarios y que precisamente los movimientos de algunas de ellas en estos lugares se produzcan coincidiendo con las aplicaciones de pesticidas.

Tal y como manifestaban en su estudio la exposición a los pesticidas puede ser una causa muy importante del declive de las poblaciones de anfibios, apuntando que ello debería llevar a poner "mayor atención en los esfuerzos dirigidos a conservarlos, teniendo en cuenta que los actuales procedimientos de evaluación de los riesgos de los pesticidas no están protegiendo este grupo animal en desaparición".

En efecto, tal y como denuncian los investigadores, los procesos de autorización para pesticidas no requieren evaluaciones del riesgo que representan específicamente para los anfibios. Algo sorprendente y que solicitan que sea corregido, ampliando ésa evaluación no solo a los principios activos sino a la totalidad de la mezcla de sustancias que se integran en los productos que se ponen a la venta. Ya que los efectos de las mezclas comerciales pueden ser mayores que la de solo los principios activos (siendo esto lo único que se testa, lamentablemente, aunque en el caso de los anfibios ni siquiera)

El estudio se realizó sobre ranitas que ya estaban en la fase terrestre, es decir, tras haber concluido la metamorfosis. Pero hay que tener en cuenta que otras investigaciones han mostrado también efectos en los renacuajos. Por ejemplo los que han evidenciado incrementos de mortalidad por exposición a niveles bajos de pesticidas, como el glifosato, a concentraciones semejantes a aquellas en las que, de hecho, suelen darse en muchas zonas agrícolas.

Uno de estos estudios, intentó solventar las deficiencias de los test que se habían venido realizando hasta ése momento para detectar efectos sobre anfibios. Ésos test, aparte de haber sido realizados en escaso número, se habían hecho solo viendo lo que pasaba en cortos periodos (de 1 a 4 días) y sin sumarles los factores de estrés que suelen darse en la Naturaleza, los cuales pueden agravar los efectos sobre las ranas. De modo que los científicos tomaron larvas de seis especies de ranas y sapos americanas y vieron qué sucedía si se las exponía al Roundup (el herbicida estrella de Monsanto, basado en el glifosato) junto con la presencia de algunos de ésos factores de estrés natural. El resultado fue que la letalidad podía aumentar notablemente .

En otro estudio de la Universidad de Pittsburg, se dispusieron charcas al aire libre con tres especies de renacuajos y se las fumigó con Roundup. A las tres semanas habían muerto entre el 96 y el 100% de los renacuajos.

Después, se expuso a ranas jóvenes de las tres especies, ya después de la metamorfosis, a un rociado en recipientes de laboratorio. Después de un día habian muerto el 68 al 86%. "Estos resultados" -comentaba el doctor Relyea, autor de la investigación- "sugieren que el Roundup, un compuesto diseñado para matar plantas, puede causar tasas extremadamente altas de mortalidad en los anfibios que podrían conducir a descensos poblacionales". Hay más estudios que asocian este producto a daños en los anfibios

Si se tiene en cuenta que el Roundup, basado en el glifosato, es uno de los herbicidas más usados a escala planetaria, los resultados son para temblar. Máxime si, además, se tiene en cuenta que el glifosato se utiliza muchas veces en combinación con otros pesticidas, como puede ser, entre otros muchos, el insecticida cipermetrina, y que las mezclas pueden podrían incrementar las consecuencias

Se sabe perfectamente que las mezclas de pesticidas pueden generar efectos tóxicos inesperados sobre las ranas, pudiendo causar mortandades de más del 99%. Eso, por ejemplo, se vio en una investigación en la que se evaluaron los efectos conjuntos de la simple aplicación de una mezcla de 5 insecticidas ( malathion, carbaryl, chlorpyrifos, diazinon y endosulfan) y cinco herbicidas (glyphosate, atrazine, acetochlor, metolachlor y 2,4-D) , a bajísimas concentraciones, de pocas partes por mil millones. A parte de constatar otros efectos sobre el ecosistema de las charcas, se observó lo que pasaba con los renacuajos de anfibios -rana gris arbórea (Hyla versicolor) y ranas leopardo (Rana pipiens)- tanto con la exposición a pesticidas aislados como a la mezcla de insecticidas, a la mezcla de herbicidas, y a la mezcla de los diez juntos. ¿Y qué pasó? Pues que había insecticidas, como el endosulfan que causaba una mortalidad de más del 80% de las ranas leopardo, o el diazinon que indirectamente mataba a un 24%. Y que la mezcla de los cinco insecticidas y de los diez pesticidas (insecticidas y herbicidas) se llevaban por delante al 99% de las ranas leopardo .

Pero como se dijo anteriormente, los efectos van más allá de las simple mortalidad directa y a corto plazo, así que no nos extenderemos más sobre este particular, aunque la literatura científica sobre ello sea extensa. En nuestro siguiente artículo proseguiremos con más espectaculares hallazgos de la ciencia sobre los daños de los pesticidas sobre las ranas.

Ecoportal.net
15/09/14
de: Estrella Digital - estrelladigital.es


El silencio de las ranas: los pesticidas y el ocaso de los anfibios (parte II)


Si en el primer artículo de esta serie, nos asombrábamos con los efectos letales de algunos pesticidas sobre los anfibios, y el papel que ello podía estar teniendo en la caida de las poblaciones de este grupo de animales que tiene el triste honor de ser el grupo de vertebrados con más especies amenazadas de extinción, con más de una tercera parte de ellas, un 41%, en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ahora nos ocupamos de otros efectos diferentes del de la muerte directa. Efectos que pueden ser igualmente dañinos para las poblaciones de estos animales.

A veces, los llamados efectos sub-letales pueden ser particularmente terribles y tener consecuencias gravísimas para las poblaciones de anfibios. Algo puede que no te mate directamente, pero si mina tu sistema inmunológico o, por ejemplo, tu capacidad de reproducirte puede, ciertamente, causar estragos extraordinarios.

Anomalías reproductivas

Entre estos efectos no letales, los daños reproductivos, frecuentemente ligados a la alteración del equilibrio hormonal, han sido uno de los campos más estudiados y que más preocupan con relación a los efectos de algunos pesticidas sobre los anfibios. Porque si no letales a corto plazo para los individuos acaso si pueden serlo para la viabilidad de poblaciones enteras en un plazo no demasiado largo.

Científicos como Tyrone Hayes, de la Universidad de Berkeley (California), han comprobado cosas muy llamativas en este sentido. Por ejemplo, que bajísimas concentraciones en el agua de determinado herbicida, la atrazina de la multinacional Syngenta, bastaban para convertir en hermafroditas a un 10% de los machos de rana y en estériles a otro 75% .

Del 10 al 92% de los machos mostraban anomalías en las gónadas tales como un desarrollo retardado y hermafroditismo

En ranas salvajes, expuestas a niveles bajísimos de ése herbicida, el más usado en los Estados Unidos y uno de los más usados en el planeta, se vio que, en diferentes zonas de ése país, del 10 al 92% de los machos mostraban anomalías en las gónadas tales como un desarrollo retardado y hermafroditismo.

Este biólogo había encontrado anteriormente en un estudio de laboratorio que le había encargado la propia multinacional fabricante del pesticida, la atrazina, unos efectos llamativos, a niveles decenas de veces inferiores a los permitidos en el agua en Estados Unidos: niveles bajos de testosterona en los machos, algunos de los cuales tenían tanto testículos como ovarios (!), comportamiento homosexual, reducción de la laringe (lo que dificultaba el canto de los machos para atraer a las hembras). Una de las cosas más llamativas era que tales aberraciones se daban, como se ha señalado, a concentraciones muy bajas y que, de hecho, suelen estar presentes de forma muy generalizada en los campos, charcas y ríos.

Ni que decir tiene que Syngenta no aceptó los resultados. Luego, para confirmar si lo mismo podía pasar con las ranas salvajes, su equipo recogió cientos de ranas leopardo en las charcas y ríos junto a campos de cultivo, campos de golf, y encontró que las mismas alteraciones se estaban dando en la Naturaleza. La exposición a la atrazina presente en el agua a niveles bajos en diferentes zonas de Estados Unidos, aparecía asociada a anomalias en las gónadas, retraso en el desarrollo y hermafroditismo en un 10 al 92% de los machos .

El mismo equipo de investigadores publicaría luego otro estudio en el que la presencia de atrazina a niveles de tan solo 0.1 partes por mil millones originaba efectos como los dichos, recordando que "la contaminación con atrazina es generalizada y que la sustancia puede estar presente a más de 1 parte por mil millones (es decir diez veces mayor concentración) incluso en la lluvia y en áreas donde no se usa el pesticida". En realidad en las gotas de lluvia han sido medidas concentraciones muy superiores a ésas.

Después este equipo realizaría más investigaciones que no harían más que reafirmar ése tipo de conclusiones a lo largo de los años. Para científicos como Hayes está claro que el declive brutal de los anfibios al que se está asistiendo en muchas zonas del globo tiene que ver, en buena medida, aunque en alianza con otros factores, con la atrazina y otros pesticidas que tienen la capacidad de alterar el funcionamiento hormonal.

La atrazina fué prohibida hace unos años en la UE, pero cabe preguntarse los efectos que pudo estar causando en las ranas europeas durante años. Además la atrazina no es el único pesticida para el que se han descrito efectos muy negativos sobre los anfibios.

El efecto de los contaminantes sobre los anfibios lleva estudiandose hace mucho tiempo. Se han hecho estudios históricos interesantes, por ejemplo, sobre el posible papel de algunas sustancias contaminantes con capacidad de alterar el equilibrio hormonal, como algunos pesticidas, en los diferentes grados de incidencia de intersexualidad en algunas especies a lo largo de décadas. Por ejemplo en la rana grillo (Acris crepitans) de Estados Unidos. Pero queda mucho por investigar, y las administraciones deberían potenciarlo. No solo por el interés que debiera existir en conservar estas especies, sino por el papel que estas especies tienen, y muy importante y significativo, como centinelas de la propia salud humana.

El crecimiento y desarrollo larvario se retrasaba notablemente

Una de las cosas que más preocupa en relación a la exposición de los anfibios a los pesticidas es no solo el efecto que puede tener un pesticida concreto aisladamente, sino el hecho de que en el escenario real de los campos hay una mezcla de ellos, a veces muy compleja. En una misma masa de agua puede haber, y de hecho hay, a la vez, una sopa química en la que se mezclan diferentes herbicidas, insecticidas, funguicidas... Y lo que nos muestra la investigación científica es que el efecto de ésas mezclas, lo que se llama el "efecto cóctel" puede ser muy superior al efecto de cada una de las sustancias presentes aisladamente, especialmente para efectos como los que tienen que ver con la alteración del equilibrio hormonal.

Ésos efectos también han sido estudiados por científicos como los referidos de la Universidad de California en Berkeley. Así, en una investigación publicada en la revista Environmental Health Perspectives se analizaban los efectos que, a niveles muy bajos de concentración, del orden de una parte por diez mil millones, podían estar teniendo estas mezclas. Efectos como los de disrupción endocrina que tanto preocupan, no solo en relación a la fauna salvaje.

Los cientificos evaluaron los efectos de 9 pesticidas, entre ellos 4 herbicidas, 2 fungicidas y 3 insecticidas que se usaban en los campos de maiz. Los herbicidas eran la atrazina, el metolachlor, el alachlor, y el nicosulfuron, los insecticidas el cyfluthrin, cyhalothrin, y tebupirimphos, y los fungicidas el metalaxyl y propiconizole. Primero aisladamente y luego el efecto de mezclas de ellos que, de hecho, han sido encontradas en los campos.

Les interesaba ver qué consecuencias se daban en el crecimiento y desarrollo de las larvas, en la diferenciación sexual y en la inmunidad en las ranas leopardo (Rana pipiens).

¿Y qué vieron? Pues que aunque la exposición a algunos pesticidas individuales causaba inhibición del crecimiento y desarrollo de las larvas -el fungicida propiconazole, por ejemplo, aisladamente, retrasaba significativamente el tiempo de inicio de la metamorfosis y el tiempo necesario para completarla- el efecto de las mezclas era mucho mayor.

El crecimiento y desarrollo larvario se retrasaba notablemente y además , y ello es algo de una extraordinaria relevancia, se dañaba el timo, clave para las defensas orgánica, lo que resultaba en una fuerte inmunosupresión que llevaba a que contrajesen infecciones. Concluían que los estudios convencionales, basados en examinar solo el efecto de pesticidas aislados y a altas dosis estaban llevando a subestimar groseramente el papel que los pesticidas están teniendo en la caída de las poblaciones de anfibios, toda vez que efectos tan importantes se daban a dosis mucho más bajas de diez mil millonésimas de gramo.

Los efectos registrados son muy importantes y todos ellos, aisladamente, y más aún en conjunción, pueden afectar muy negativamente a las poblaciones de anfibios. Tanto los efectos sobre el crecimiento y la reproducción como sobre el sistema inmunológico.

No olvidemos que una serie de enfermedades, tales como las infecciosas y las parasitarias, son tenidas por una importante causa de desaparición de las poblaciones de anfibios. Y desde hace mucho se apunta que los daños inmunológicos causados por factores como los pesticidas pueden tener que ver .

de: estrelladigital.es - septiembre 2014

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