Drogas, maltrato, coimas y violación de las leyes. Todo vale en este negocio turbio y sanguinario. La agrupación Proyecto Galgo Argentina denuncia estas aberraciones pese a las numerosas amenazas que recibe. El paso a paso de una actividad prohibida que explota al extremo a los perros para beneficio monetario del “amo”. Impresionante galería de imágenes.
Por Santiago Fuertes
28/11/2014
Por Santiago Fuertes
sfuertes@cronica.com.ar
@sgfuertes
Las carreras de galgos no son una novedad. Nacieron hace un siglo en los Estados Unidos y traspasaron fronteras. Se hicieron populares en el Reino Unido y, con el correr del tiempo, llegaron a la Argentina. En ese entonces, era una actividad aceptada por el común de la gente. Pero las sociedades cambian, la concientización sobre el maltrato animal es mucho más sólida y las leyes se modernizaron en tal sentido. Éstos son los principales obstáculos con los que se enfrentan algunos “galgueros” al momento de llevar adelante su negocio sanguinario y prohibido.
Compromiso
En charla con Cronica.com.ar, integrantes de la agrupación Proyecto Galgo Argentina (PGA) explican con total sencillez sus objetivos: “El deseo es la prohibicion de las carreras de galgos en todo el país. Que así como hay una ley provincial bonaerense exista una nacional y que, por supuesto, se cumpla”. Además, remarcan que “la idea también es que la gente tome conciencia sobre qué hay detrás de esta actividad ilegal y que se comprometa denunciando o informando para que podamos juntar pruebas y hacer una presentación en la Justicia”.
Las leyes son claras
Las carreras de perros, cualquiera sea su raza, están prohibidas en toda la provincia de Buenos Aires según la ley 12.449. Sin embargo, no es la única que transgreden los “galgueros”. También violan la 13.470 (juego de azar ilegal) y la 13.879 (sacrificio de perros y gatos). Además, a nivel nacional, infringen la 14.346 (maltrato animal) y la 23.737 (fabricación y tráfico de estupefacientes). en el interior del país existe un vacío legal: no están ni vetadas ni permitidas.
“Quienes están en esta mafia no sólo quieren legalizar estas carreras sino reglamentar el suministro de drogas a los perros y los controles antidóping. Es espantoso lo que les hacen, la cantidad de fármacos que les inyectan y cómo los destruyen. Fabrican y comercializan sus propios estupefacientes, muchos de los cuales no se detectan en los análisis. Se manejan con total impunidad, las coimas son su principal arma y no tienen ningún respeto por los animales”, lamentan los proteccionistas.
Amenazas
Son incontables las veces que la agrupación recibió intimidaciones por parte de los galgueros. Hasta la artista Anita Martínez, conocida por su apoyo a las causas por los derechos de los animales, sufrió amenazas públicas en redes sociales. El miedo alerta, pero no paraliza. “Nosotros no podemos hacer las denuncias con nuestros nombres y apellidos porque tenemos familia y no podemos correr ese riesgo. Pero seguimos invirtiendo mucho tiempo en investigación”, destaca PGA a Crónica.com.ar.
Por intermedio del abogado Rodrigo Ferreirós lograron radicar denuncias por carreras, uso de drogas ilegales y sobornos a las autoridades policiales y municipales en las localidades bonaerenses de Mercedes, San Pedro y San Miguel del Monte. En Colón, la presión de la agrupación y los vecinos surtió efecto. El intendente, Ricardo Casi, cumplió en desterrar la actividad.
Ciclo de “vida” de un galgo
Monta forzada | Celo inducido con drogas. Se ata a la hembra y se le coloca un bozal para que no muerda al macho.
Selección | Cada perro tiene su función: unos para carrera, otros para reproducción. Los que no sirven, se matan. No se pierde tiempo y dinero en mantenerlos.
Entrenamiento | Se les da animales vivos o gatos dentro de botellas, entre otros métodos, para fomentar el instinto de caza. Para correr, collar de ahorque y arrastre con vehículos.
Drogas | Arsénico, estricnina (prohibidas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), cocaína, efedrina, viagra, anabólicos, cardiotónicos y estimulantes varios que disfrazan bajo nombres “simpáticos” como “maicito” o “chuza”.
Limpieza | Luego de una carrera, después del suministro de drogas para un máximo rendimiento, se les hacen lavados de hígado con sueros.
Muerte | Cuando un perro no sirve más (vida útil de 2 a 4 años máximo) se matan o, en el mejor de los casos, se abandonan.
Crueldad en su máxima expresión
Hay casos que son muestra acabada de la explotación a la que se someten a los galgos. En la última semana, dos perros agonizaron y murieron en plena carrera en las localidades bonaerenses de Carlos Tejedor y Mercedes debido al suministro de drogas. Otro hecho que pinta de cuerpo entero a muchos de los “galgueros” es el de una perrita que se quebró una pata y el dueño, desesperado, aunque no por el bienestar del animal, consultó a otros colegas en redes sociales: “¿Puedo sacarle guita o la tengo que tirar?”.
Como en “Los Simpsons”
Muchas situaciones de la vida real parecieran ser extraídas de la popular serie animada. En este caso, cómo llegó el perro a la entrañable familia de piel amarilla. Necesitado de dinero, Homero va a un canódromo y apuesta por el “Enviado de Santa”. Pero no gana. A la salida, el dueño del galgo lo abandona con insultos y pedradas porque lo hizo perder. Quien luego sería conocido como “Ayudante de Santa” o “Huesos” se abalanza hacia los brazos del papá de Bart que apenas atina a decir: “Es un perdedor, es un adefesio, es un… es un Simpson”.
de: cronica.com.ar - 18/11/2014
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