jueves, 21 de agosto de 2014

reflexiones acerca de la esterilización

Reflexiones acerca de la Esterilización

Por el Dr. Juan Agustín Gómez




La convivencia con animales domésticos genera en los seres humanos una responsabilidad insoslayable. Debemos ocuparnos de ellos. Estamos obligados a alimentarlos y a velar por su seguridad y su felicidad. Afortunadamente la mayoría de los aspectos de esta relación (hombre-animal) funcionan correctamente en una gran cantidad de personas.

No obstante en muchas de estas personas que jamás abandonarían a su perro o gato que se ocupan de alimentarlo correctamente que le brindan todo su afecto que no dudan en acudir a un veterinario para curarlo o evitar que enferme en estas mismas personas digo hay algo que no funciona bien y que a pesar de su sincera declaración de amor hacia su animalito y hacia todos los animales genera una conducta que contribuya al sufrimiento y la muerte de gran cantidad de esos animales que dicen amar.

El tema en conflicto al cual me refiero es la esterilización. Es decir la aplicación de una técnica destinada a evitar eficientemente la reproducción.

Una de las causas del sufrimiento a que se encuentran sometidos nuestros animales domésticos (nuestros compañeros, nuestros amigos, nuestros hermanos menores) es la superpoblación. El numero de perros y gatos existentes en los centros urbanos es mucho mayor que el que los humanos podemos tomar bajo nuestra responsabilidad. El resultado refugios abarrotados animales abandonados desnutridos enfermos muertos por accidente o asesinados seudoeutanasia muerte cruel en experimentos seudocientíficos. Es decir, condena al dolor, al horror a millares de seres vivientes tan merecedores de consideración, de compasión, de amor, como cada uno de los seres humanos que poblamos este planeta.



La pregunta es... ¿qué podemos hacer? Obviamente lo que podemos y debemos hacer es evitar que se reproduzcan y el método más seguro y menos riesgoso es la esterilización quirúrgica es decir la castración. Este es el tema que las autoridades sanitarias y las instituciones proteccionistas de todas partes del mundo (incluido nuestro país) merced a la experiencia acumulada a la investigación a la reflexión y al correcto asesoramiento de profesionales competentes han resuelto definitivamente.

No existe absolutamente ninguna duda con respecto a que la castración ES el método. Pero he aquí el problema que planteaba al comienzo. Son los propietarios o "tenedores responsables" (como rezan las ordenanzas) los que no colaboran y en cambio permiten que sus animalitos se reproduzcan libremente. Hagamos un breve análisis de las razones que existen para que esto ocurra.

Las personas que no saben

Consideran natural que sus perritas o gatitas vivan en semilibertad y periódicamente aparezcan preñadas y den a luz una cierta cantidad de cachorros los cuales son a veces regalados abandonados o cruelmente sacrificados.

Consideran igualmente natural que sus perritos o gatitos vivan de la misma manera vagando por ahí tratando de conseguir una compañera para fecundar. Algunas de estas personas no piensan siquiera que esto es un problema. Otras piensan que lo es pero no saben como resolverlo.

La solución para este inconveniente es la difusión y la comunicación. Esta nota y este medio es una forma pero otra podría ser que cada uno de nosotros asumiera su parte de responsabilidad difundiendo la idea en su medio es decir que los que saben informen a los que no saben.

Las personas que no pueden

Si el problema es económico todos los institutos antirrábicos ofrecen un servicio de castración gratuito. También aquí podría estar funcionando la falta de información. Una vez más no esperemos todo de las "autoridades": que los que saben informen a los que no saben. Si el inconveniente es el transporte, estoy seguro de que siempre es posible encontrar a un vecino solidario con un automóvil o un veterinario cercano dispuesto a colaborar, realizando el trabajo a un costo reducido o cobrando solamente la reposición del material utilizado.

Las personas que no quieren

Este es el aspecto más difícil del problema debido a que implica una decisión basada en prejuicios e información errónea o incompleta.

Algunas personas creen que su perrita o gatita "necesitan" tener por lo menos una cría en su vida. Error. No lo necesitan. Y ni física ni psíquicamente las favorecería.

En el caso de las perras (que por ser más controlables que las gatas) es posible evitar la reproducción con el simple aislamiento durante la época del celo, está absolutamente comprobado que las que han gestado sufren falsas gestaciones y tumores mamarios con la misma frecuencia que las que no han gestado. A esto podemos agregar algo más aproximadamente el 80% de los tumores de mama en las perras son hormonodependientes es decir su desarrollo es estimulado por las hormonas sexuales por lo que los cirujanos recomiendan la castración para evitar su reproducción.

En el caso de las gatas debido a que el aislamiento es más difícil y trastorna seriamente la convivencia, la castración no solamente hace más confortable la vida de todos sino que además evita la presentación de algunas enfermedades ováricas y uterinas muy frecuentes en estos animalitos.

Las mismas personas suelen creen que su perro o gato "necesitan" tener relaciones sexuales. Error. No lo necesitan. Claro que vivir con un gato entero provoca graves inconvenientes porque su necesidad de "marcar" el territorio y el olor particularmente desagradable de su orina puede transformarlo en un compañero insoportable.

También aquí la castración es la solución mágica para convertir la relación con él en una fuente de satisfacción y armonía. Los gatos castrados no pierden ninguna de las características psíquicas que pueden hacer gratificante la convivencia.

Pero... "si lo dejáramos en libertad ¿no sería más feliz?". Con mucha frecuencia los veterinarios debemos atender gatos machos enteros que como consecuencia de esa aparente vida en libertad sufren todo tipo de traumatismos heridas, infecciones, etc., resultantes de las constantes riñas entre ellos, del ataque de los perros guardianes y de la agresión de los vecinos hartos de sus gritos y chillidos. ¿Cuáles son las ventajas de esa libertad?

¿Y los perros? Aún en condiciones de vida totalmente libre y natural solamente los más aptos los más fuertes resistentes e inteligentes reproducen.
En una jauría en libertad la mayoría de los machos (y también de las hembras) podría no reproducir nunca y no obstante vivir felices y satisfechos toda su vida, cumpliendo otras funciones igualmente importantes para la convivencia la supervivencia y la conservación de la especie.

Las inevitables connotaciones psicológicas y metafóricas que para algunas personas contiene el término castración hace que ofrezcan una resistencia tenaz a esterilizar a sus animales. Estas personas piensan mucho más en sí mismos que en aquellos y no tiene en cuenta, ni remotamente, la existencia de la vida más allá de los límites de su reducido mundo. La idea de frustración que encierra el acto de evitar la procreación interfiriendo en lo que ellos consideran la necesidad de satisfacer un supuesto "instinto maternal", lleva a otras personas a dejar que sus perritas o gatitas sean "mamá".
No consideran por ejemplo que cada animalito que viene al mundo va a tener que luchar por un lugar y en caso de lograrlo será por desplazamiento de otro animalito que ya estaba en el mundo. Es decir sufrirá por eso.

En fin el tema podría ser punto de partida para reflexiones de todo tipo y de diverso grado de extensión y profundidad. Podría ser aun objeto de polémicas científicas y filosóficas de alto vuelo intelectual. Pero la realidad está allí y no podemos mirar para otro lado.

El mundo está lleno de animales abandonados y sufrientes de los cuales no podemos hacernos cargo. ¿Por qué no tratar de reducir su número evitando que se reproduzcan indiscriminadamente?


de: caf.0catch.com

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